Suena contradictorio, lo sé, pero es posible. Para muchos jóvenes que saltan al mercado laboral, la experiencia es uno de los rubros que suele obstaculizar su entrada a nuevos trabajos. No sólo es un problema para quienes buscan contratarse en un empresa; para los trabajadores autónomos, también es un inconveniente no tener un portafolio con clientes. Sin embargo, hay muchas maneras de adquirir esta valiosa experiencia sin necesidad de enrolarse en un trabajo de medio tiempo o pasar como becario en alguna compañía. Les comparto cinco maneras de hacerlo:
1. Ofrece tu trabajo pro bono
La expresión latina pro bono publico significa “por el bien público”. Es una forma para designar las labores que se hacen de forma voluntaria y sin esperar remuneración. Son muy extendidas en el ámbito jurídico, sobre todo en Estados Unidos, donde los abogados deben cumplir al menos 50 horas de trabajo pro bono. Se usa, sobre todo, en controversias que son de orden público o para asistir a personas que no tienen suficientes recursos para pagar honorarios.
En el caso de otros oficios y profesiones, el trabajo pro bono no sólo apoya a quienes lo necesitan, sino que también te dan una valiosa experiencia, proyección y te ayudan a hacer redes de contactos. Cientos de organizaciones no gubernamentales requieren de un sitio web, una aplicación móvil, una campaña publicitaria, un rediseño de imagen, un evento de recaudación, entre otras carencias. Es una forma útil de hacerte de un buen portafolio, de ayudar a alguien más, y muchas veces, si te involucras lo suficiente en el proyecto, te abre las puertas a más trabajos similares.
2. Acude a un maratón
No me refiero a los maratones tradicionales, sino a los que ponen a prueba tus habilidades. Para los informáticos, los hackatons son una forma muy útil de hacer contactos, aprender más y crear proyectos novedosos. Estos eventos te dan la oportunidad de pensar soluciones a problemas reales, algo que en prácticamente cualquier área laboral (y de la vida cotidiana), te será de mucha utilidad. Lo mismo encuentras a un par de personas interesadas en temas similares a los tuyos y crean el inicio de algo más grande.
Otro maratón que no deberías perder de vista son los editatones de Wikipedia. En México, Wikimedia ha estado preparando uno por mes. Si lo tuyo es escribir, es una forma excelente de refinar tu estilo y colaborar con la comunidad. ¿Tienes espíritu emprendedor? Entonces búscate un Startup Weekend o un evento similar para reunirte con más gente para planear una empresa nueva. Muchas veces (la mayoría), sólo se quedan en un esbozo, pero eso te puede ayudar a dilucidar qué es lo que quieres hacer más adelante e irte especializando.
3. Ofrece (y toma) cursos
Estoy seguro que tienen alguna habilidad que te distingue o algo que sabes hacer con mucha facilidad o maestría. Aprovéchalo y ofrece un curso. Muchas veces, las ciudades tienen espacios culturales que te permiten crear talleres gratuitos -o si crees que puedes cobrar, inténtalo-. Siempre habrá personas dispuestas a aprender nuevas habilidades. Estos cursos te ayudarán a mejorar tu facilidad de palabra, tu interacción social y, además, se ven bien en tu resumé.
Lo mismo aplica del otro lado. Si tienes el tiempo de hacerlo, apúntate a un curso de algo que te interese. Las habilidades que adquieras te serán útiles cuando salgas al mercado; y muchas veces, marcarán la diferencia. Tengo un amigo ilustrador que, gracias a un lugar donde colaboró, aprendió muchas técnicas de animación. Hoy es trabajador autónomo y no le falta trabajo, además de que cotiza muy bien su labor por esta razón.
4. Únete a una asociación
Si estás en la universidad, corre a enrolarte en alguna asociación estudiantil o grupo universitario. Puede ser crucial en tu futuro. Por ejemplo, cuando yo iba en la universidad, formé una asociación de radio. Durante tres o cuatro años participé ahí, en un terreno amateur; sin embargo, fue suficiente para que, al egresar, mi experiencia fuera tomada en cuenta para trabajar como locutor. Estos grupos te dan la oportunidad de hacer muchas cosas, que resultan en experiencia valiosa para el mundo real.
Si ya estás fuera, prueba con una organización no gubernamental o una asociación civil. Eso sí: toma en cuenta el tiempo que tienes disponible, ya que muchas veces requerirán invertir bastante esfuerzo. Aún así, formar parte de estos organismos te darán la chance de incidir en temas públicos, a la vez que obtendrás experiencia de campo que podrás aplicar en otro lugar; o, si te apasiona esa labor, continuar por ese camino.
5. Participa en un concurso
Suena más difícil de lo que es, la verdad. Si te zambulles un rato a buscar convocatorias, te darás cuenta que hay decenas de concursos en los que puedes participar. Quizá creas que no tienes mucha oportunidad ante la cantidad de competidores, pero la realidad es que no es tanta gente la que entra, lo que eleva tus posibilidades. Eso sí, no te decepciones si no ganas; lo importante es intentarlo para irte puliendo. Lo mismo con las competencias: pueden darte muchísima experiencia y un gran bagaje.
Además, entrar en concursos te obliga a crear material inédito, el cual puedes utilizar después como muestra en caso de que debas enseñar lo que sabes hacer. En algunas ocasiones, recibirás una constancia de participación; y en el mejor de los casos, lograrás la satisfacción de un premio, y de paso, una estrellita más en tu experiencia curricular. Todo cuenta.
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