Hace unos días os contábamos la historia de Kyle Goodwin, un cámara profesional que había iniciado el proceso legal para la vuelta de sus datos legítimos, trabajos que tras la redada del FBI a los servidores de Megaupload se habían quedado confiscados y que Goodwin reclama. Una situación que será revisada en los próximos días en una audiencia que los estudios de Hollywood no están dispuestos que ocurra. Según la MPAA, los datos de los usuarios no pueden ser devueltos ya que “podrían conducir a la infracción masiva de los derechos de autor” que supuestamente se encuentran en los servidores.
Y es que el grupo de presión de Hollywood parece alarmado por la posibilidad de la vuelta de los datos a sus usuarios. La MPAA ha comunicado al juez de Virginia que revisará el caso de Goodwin que:
La decisión de permitir a los usuarios la llave de los archivos confiscados para acceder a sus propios archivos podría agravar la conducta infractora masiva, ya que se trata en este litigio penal.
Hablamos de unos servidores que contienen aproximadamente 25 petabytes de datos, actualmente sin conexión y almacenados por la empresa de hosting Carpathia.
La MPAA no se ha pronunciado sobre la solicitud de Goodwin a tener sus propios vídeos con derechos de autor, pero aún así, ha pedido participar en la audiencia preparada para principios del mes de noviembre con la idea de:
Describir la cantidad abrumadora de infracciones de derechos de autor que se encuentran en Megaupload.
Pensemos que seis miembros actuales de la MPAA forman parte de Paramount Pictures, Walt Disney, Fox, Universal, Sony y Warner Bros, y que para los estudios de Hollywood Megaupload y su fundador Kim Dotcom son el mal que erradicar. Como llegó a decir en su día Chris Dodd, presidente de la Asociación: “se trata del sitio web más grande y más activo operando ilícitamente en el mundo”.
Mientras, la EFF, quién representa a Kyle Goodwin, ha explicado que la postura es un sinsentido:
No tiene mucho sentido para la MPAA, o para MegaUpload o Carpathia, o incluso para el gobierno, evitar el acceso de terceros a la propiedad legal. No sólo daña a dichos terceros individuales, sino que repercute negativamente en todos los proveedores de almacenamiento en la nube y los clientes, quienes, a fin de cuentas trabajan con esa tecnología, y tienen que ser capaces de confiar en el acceso.
Sea como fuere, la postura de la MPAA se une a la del propio Departamento de Justicia de Estados Unidos. Ahora será el juez de Virginia Liam O´Grady el que tome la decisión en la nueva audiencia sobre la petición de Goodwin.
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