Uno de los problemas derivados de la basura espacial es que, en determinadas ocasiones, pueden poner en peligro misiones en curso ya sean de la Estación Espacial Internacional o, por ejemplo, dañando algún satélite. Teniendo en cuenta el drástico recorte que han sufrido organizaciones como la NASA, organizar una misión para reparar un satélite no es una tarea simple y además es bastante costosa. Con la idea de actuar rápidamente (o con menor tiempo de despliegue), DARPA anunció el Proyecto Fénix con la idea de emplazar satélites-robot para capturar piezas y componentes de satélites sin uso (basura espacial), reciclar las piezas y reparar satélites averiados; una curiosa iniciativa que va en la senda de un proyecto puesto en marcha por la NASA la primavera pasada, la Robotic Refueling Mission, que parece que tiene un objetivo mucho más amplio: construir estaciones de reparación de satélites operadas por robots y situarlas en el espacio para actuar rápidamente “sobre el terreno”.
En el mes de marzo, la NASA anunció el inicio de la Robotic Refueling Mission (RRM) con la idea de evaluar el uso de robots para la reparación de satélites sin necesidad de organizar una misión específica con dicho fin, un programa que se está tornando bastante importante como alternativa de rápido despliegue y, a largo plazo, eficiente en costes. Hay muchas actividades que dependen de los satélites, tanto desde un punto de vista civil (televisión, meteorología, posicionamiento por GPS, etc) como desde el punto de vista militar y, claro está, para este último caso una respuesta rápida es importante.
Este programa inicial, que tenía un plazo de duración de dos años, tiene como objetivo situar, en órbita geoestacionaria, satélites que contengan robots como el que se está probando dentro del programa RRM con la idea de que puedan actuar en caso de avería, algo así como una especie de grúa o coche-taller al que “llamar” y enviar al lugar del “siniestro” (controlando desde la Tierra todo lo que pasa) y, precisamente, ese el modelo al que quiere llegar la NASA si las pruebas programadas para este otoño (en las que usarán el robot del RRM para hacer un simulacro de reparación) resultan satisfactorias.
Reparar y reacondicionar los satélites permitirá aumentar su vida útil y mantenerlos en la órbita correcta, proporcionando a la nación o a los propietarios del satélite mayor valor a sus inversiones
La iniciativa, en la senda del Proyecto Fénix de DARPA, es bastante interesante y es un buen ejemplo de cómo la robótica puede contribuir a acelerar ciertos trabajos, como las misiones espaciales, a la vez que se emplean las dotaciones presupuestarias de manera mucho más eficiente (puesto que, a largo plazo, el número de misiones para reparar satélites o el lanzamiento de nuevos para sustituir a otros averiados u obsoletos se reduciría drásticamente).
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