Durante mucho tiempo hemos hablado de los trolls del copyright, aquellos titulares de derechos que amparados en una IP piden los datos de miles de usuarios para comenzar demandas en masa por supuesta infracción en BitTorrent. Un próximo juicio en Estados Unidos podría sentar un precedente y terminar con estas prácticas abusivas.
Y es que en los últimos dos años, tan sólo un grupo reducido de titulares ha comenzado miles de demandas en masa por uso del BitTorrent y supuesta piratería. Los titulares presentan una IP como evidencia para pedir a los tribunales una orden judicial que les permita solicitar los datos personales de lo presuntos culpables a los ISP. En la mayoría de casos, los demandantes son los llamados trolls del copyright, y en su mayoría se trata de estudios de cine adulto.
Uno de estos estudios y de los más activos es Malibu Media, quien ha presentado 349 demandas sólo en 2012, todas dirigidas a supuestos infractores en BitTorrent en Estados Unidos. Una estrategia que le ha reportado millones de dólares sin necesidad de ir a juicio, ya que se acaba pidiendo una cantidad y acabar con el pleito.
Sin embargo todo podría cambiar gracias a un juez en Pennsylvania, el juez Michael Baylson, quién se pronunció en unos términos inusuales la semana pasada. En un pleito que abarca tres juicios en masa sobre este tipo de usos, Baylson revisó la petición de los cinco acusados anónimos que protestaron por la citación judicial que ordenó a sus proveedores de Internet a revelar sus identidades.
Según Baylson:
Entre otras cosas, la declaración afirma que el demandante ha interpuesto una demanda contra varios acusados sin nombre simplemente para extorsionarlos, que el software BitTorrent no debe funcionar como base de una demanda, y que un abonado a un mero proveedor de Internet no es necesariamente un infractor del copyright.
En otras palabras, de acuerdo con la declaración, no hay ninguna razón para suponer que un suscriptor de un ISP es la misma persona que pueda estar usando BitTorrent para descargar el supuesto material con derechos de autor. Afirmaciones similares se hacen en los memorandos presentados en apoyo de los otros movimientos.
Aún así, el juez señala que los titulares del copyright también tienen derechos que no deben ser ignorados. Así las cosas y con los demandantes y demandados presentando su versión de la verdad, Baylson propone un juicio para decidir quién tiene la razón, un juicio Bellwether, que son aquellos que se dan cuando existen muchos procedimientos similares en el tiempo con el fin de aunar un veredicto que sirva para todos en el futuro.
Baylson también ha comunicado que los cinco acusados podrán llevar una defensa en común y pedir a todas las partes interesadas a unirse a ellos. Además, pide un juicio rápido que no se demores más de unos 6 meses.
Un juicio Bellwether que pondrá a prueba este tipo de casos y en el que los titulares de derechos deberán presentar una evidencia de que una IP equivale a una persona (algo bastante difícil, sino imposible) o al menos a una conexión, igual de difícil.
Un juicio que podría presentar un precedente histórico para el futuro de las demandas en masa en torno al BitTorrent en Estados Unidos.
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