Simulación numérica de los gases alrededor del agujero negro de M87 - Avery E. Broderick (University of Waterloo/Perimeter Institute)
Aunque a estas alturas hay montones de observaciones y datos que confirman que los agujeros negros efectivamente existen lo cierto es que nunca hemos visto uno directamente.
Esto es debido, entre otras cosas a que están muy lejos y a que su tamaño es realmente minúsculo, aún a pesar de que tienen masas enormes, y a que a menudo están situados en el centro de una galaxia, unas regiones notablemente difíciles de observar por la cantidad de gases presentes allí y que ocultan sus detalles.
Pero eso no quiere decir que nos astrónomos no lo estén intentando.
De hecho la imagen que está ahí arriba, recién publicada, es lo más parecido que tenemos a una imagen real de un agujero negro, aunque se trate de una representación obtenida mediante simulaciones numéricas de los datos obtenidos con el Event Horizon Telescope en la región de las microondas, algo que nuestros ojos no pueden ver.
Para obtenerla cuatro radiotelescopios situados en Hawai, California y Arizona apuntaron sus antenas a la galaxia M87 y, combinando sus mediciones, pudieron confirmar que los gases que rodean el agujero negro supermasivo que hay allí giran en el mismo sentido que este, justo como predicen los modelos.
Tal y como se puede leer en Big Telescopes Reveal the Maelstrom Around a Black Hole en esta imagen se han podido observar detalles hasta unas 5,5 veces el diámetro del horizonte de eventos, que por decirlo así es el límite dentro del cual cualquier cosa que lo atraviese caerá irremediablemente al agujero negro.
El horizonte de eventos es, y que me perdonen los físicos, como si fuera la frontera entre el universo normal y el universo distorsionado que existe en las proximidades de un agujero negro; lo que hemos hecho por ahora es mirar muy cerca de él.
Como dicen en Boing Boing es como si no pudieras ver directamente a una catarata pero pudieras observar el agua que salpica alrededor.
Se espera que en el futuro el Event Horizon Telescope incorpore más radiotelescopios para poder acercar estas observaciones justo hasta el borde del horizonte de eventos, el límite del que no podremos pasar porque como decía antes, nada escapa del interior de un agujero negro.
Las 27 antenas de 25 metros del Very Large Array pueden funcionar combinadas como una gran antena de 36 kilómetros
Esta técnica, conocida como interferometría, funciona un poco como cuando giramos la cabeza a un lado y otro para intentar ver mejor algo: al observar algo con radiotelescopios o telescopios ópticos separados por decenas, cientos, o miles de kilómetros se obtiene un efecto similar que permite que la suma de todas esas observaciones tenga más detalle del que podría obtener uno solo de esos observatorios.
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