La última “fechoría” en torno al copyright nos llega desde Francia con un resultado que deja el trabajo de los fotógrafos en un sinsentido. ¿Podemos fotografiar imágenes donde se incluya un silla por ejemplo? Aunque sencilla, la respuesta, al menos en Francia, es que si esa silla evoca a la obra de un artista deberás preguntar antes de disparar. Getty Images ha sido denunciado por incluir en su biblioteca fotografías que contenían sillas que fueron producidas por diseñadores del arquitecto Le Corbusier. Increíble, pero una demanda por infracción de copyright le ha dado la razón a estos “herederos” de la obra del artista. La razón, las sillas en cuestión son “arte”.
Y es que la historia de hoy nos viene a confirmar una vez más la campaña agresiva en la que se mueven los derechos de autor causando el perjuicio de los propios artistas, en este caso fotógrafos, a los que supuestamente defienden.
La fotos publicadas por Getty Images incluían una serie de mobiliario y sillas de estos diseñadores que habían trabajo con Le Corbusier. Ellos mismos cuentan que son los herederos de estas obras junto a la Fundación que lleva el nombre del artista. La demanda y resultado de la misma deja el papel y trabajo de los fotógrafos en una situación inverosímil. El veredicto ha acabado diciendo así:
Básicamente, existen en este caso en particular dos nociones de los derechos de autor y uno va contra el otro: los derechos de autor de los diseñadores y los derechos de los fotógrafos. Al igual que un fotógrafo necesita de la autorización de las personas que aparecen en las fotos antes de venderlas, ellos también necesitan la autorización de los titulares de derechos de propiedad intelectual en lo que se refiere a las obras de arte como estos objetos.
Tras el resultado, es lógico pensar el papel, al menos en Francia, en el que queda el trabajo de un fotógrafo. Si el concepto de arte sugiere infinidad de variantes, casi infinitas y a gusto del público, ¿podemos considerar una silla o un mobiliario arte? Seguramente sí, la obra del mismo arquitecto es un legado artístico único que se ha visto reflejado en sus contemporáneos, pero llevado al tema que nos ocupa, la decisión de la corte parece indicar que antes de tomar una foto de una “obra de arte” se debe obtener el permiso de los titulares de derechos. Una cuestión de difícil solución si tenemos en cuenta el trabajo de un fotógrafo.
Antes esta decisión del tribunal, Getty Images ha tomado el resultado al pie de la letra y ha mandado la siguiente misiva a sus fotógrafos:
Ustedes son responsables en virtud del acuerdo que tienen con nosotros para presentar contenidos para el que tienen los derechos necesarios. En este caso en particular, mientras ustedes tienen los derechos de autor de las imágenes, si estas contienen al menos una fracción de una obra de Le Corbusier, entonces no pueden tener todos los derechos necesarios bajo la ley francesa para proveer ese contenido, y por lo tanto, pueden ser responsables de una infracción de copyright bajo la ley francesa en relación al mobiliario mostrado.
Ya ven, con una fracción de mobiliario artístico que salga en una fotografía, un profesional podría encontrar una demanda por infracción. El resultado de la misma sugiere que podrían haber cientos de ellas en un corto espacio de tiempo. Los fotógrafos deberán tener cuidado con aquello de retraten, aunque sea una porción. Si parte del trabajo de un fotógrafo reside en la espontaneidad, a partir de ahora ese disparo de cámara deberá ser consensuado por los titulares de derechos (al menos en Francia). Y luego dirán que el copyright no reduce la creatividad…
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