A través del aislamiento de 75 especies diferentes de bacterias, un equipo de investigadores de la universidad de Newcastle en el Reino Unido ha encontrado que el microbio Bacillus Stratosphericus, una bacteria que se encuentra en la estratosfera, podría ser uno de los mayores generadores de energía eficiente en el planeta.
Este tipo de bacterias se encuentran normalmente a más de 30 kilómetros por encima de la Tierra, un microbio común en altas concentraciones de la estratosfera, orbitando la Tierra con los satélites.
Para ello y tras el aislamiento, los científicos evaluaron la generación de energía de cada una con una célula de combustible microbiana (MFC). Al seleccionar las mejores especies de bacterias, un tipo de microbio fue capaz de crear una biopelícula artificial duplicando la producción eléctrica del MFC de 105 vatios por metro cúbico a 200.
Para que nos hagamos una idea, si bien no es demasiada alta, esta energía sería suficiente para hacer funcionar una luz eléctrica y podría llegar a proporcionar una fuente de luz necesaria en partes del mundo sin electricidad.
La Bacillus Stratosphericus es un microbio que normalmente se encuentra en la atmósfera y fue atraída a la Tierra como resultado de los procesos de reciclaje y aislamiento atmosféricos por el equipo de investigadores.
Según cuenta Grant Burguess, profesor de la Universidad de Newcastle y jefe de la investigación:
El hallazgo demuestra el poder potencial de la técnica. Lo que hemos hecho es manipular deliberadamente la mezcla microbiana para diseñar una biopelícula que es más eficiente en la generación de electricidad.
Esta es la primera vez que los microbios han sido estudiados individualmente y seleccionados de esta manera. Encontrar el microbio fue toda una sorpresa, pero demuestra el potencial de esta técnica para el futuro. Hay miles de millones de microbios por ahí con el potencial de generar energía.
No es la primera vez que se trata de conducir una investigación sobre el uso de microbio para generar energía. De hecho es un concepto utilizado en el tratamiento de aguas residuales. Las células microbianas de combustible funcionan de manera similar a una bacteria y utilizan las mismas para convertir compuestos orgánicos en electricidad a través de la técnica conocida como bio-oxidación catalítica.
Ahora, el hallazgo de los investigadores sugiere por primera vez que mediante la manipulación de la biopelícula se puede aumentar significativamente la potencia eléctrica de las células de combustible. Una investigación que como los mismos investigadores reconocen, puede llevar al desarrollo de la MFC a un nuevo nivel.
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