sábado, 12 de mayo de 2012
San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol
En honor a San Isidro Labrador, protector de las buenas cosechas de café, hortalizas y granos, se realiza anualmente una celebración el 15 de mayo.
La celebración se inicia con una misa, y posteriormente San Isidro Labrador recorre las calles del pueblo. Por último, se realiza la tradicional quema, que consiste en prenderle fuego a un montón de hojas secas con morteros, cohetes y fuegos artificiales.
Esta es una fecha importantísima para los campesinos, más que todo en regiones como la nuestra, de tradición agrícola, donde rinden homenaje a San Isidro Labrador, su protector y el de sus cosechas. Por esto, en muchos pueblos, se organizan procesiones para pagar las promesas al santo, llevando las yuntas de bueyes adornadas con las flores y los frutos de las cosechas, además de los tractores y "carrozas" montadas en camionetas hasta la iglesia para la bendición del cura.
En Sanare, esta festividad en honor de San Isidro Labrador se celebra con mucha devoción. Cuenta la leyenda que cuando el verano se prolongaba y empezaba a hacer sentir sus efectos, los agricultores hacían rogativas de finca en finca, con la fe de que San Isidro interviniera para mandar lluvias y obtener buenas cosechas. Salían los grupos de sembradores, entre ellos los versados en cantadurías y rezos y portando la imagen en andas era conducido al lugar de labranza donde el dueño había ofrecido la promesa. Se iniciaba con "la salve a la vida" seguida del rosario recorriendo todo el sembradío, luego venía el velorio de cantaduría con décimas en la casa del dueño donde preparaban altares para recibir al Santo que "pone el agua y quita el sol..."
Maluda Garcia Tamayo anotaba: "el pueblo lo ha convertido en el gran regador; los ricos tienen bombas eléctricas, tanques y calicantos para obtener el agua en abundancia; los pobres sólo miran al cielo en busca de las nubes para alcanzar el altar de San Isidro y el humilde Santo oye sus clamores y vienen las lluvias".
Los primeros meses del año son nubosos, pero casi nunca llueve de verdad, por eso es común oír entre los agricultores "La lluvia de enero no llena granero", así que San Isidro salta a recorrer los campos empezando el año y es el 15 de mayo cuando bajaban desde los distintos caseríos, las yuntas de bueyes con sus yugos y cuernos hermosamente adornados con frutos y flores propias de la zona: mazorcas de maíz, ristras de cebollas y ajos y semillas para ser bendecidas.
Era muy pintoresco verlas bajar por el zigzagueante camino de Monte Carmelo y Sabana Grande hasta que llegaban a la iglesia de la Plazuela. Luego sacaban la imagen en procesión por la única avenida de Sanare. El principal organizador de estas festividades religiosas fue don Jose Maria Aguilar, quien donó la imagen de San Isidro a la parroquia, ocupándose Él y sus hijos de darle el mayor esplendor a las festividades del patrón de los agricultores. Poseía otra imagen mas pequeña que la facilitaba para las rogativas del finca por finca al que llamaba "El Salidor". Posteriormente Don Quintín Piñero, casado con Dominga Mogollón de Piñero y sus hijos eran los principales organizadores de estas hermosas festividades que por la sustitución de las yuntas de bueyes por los tractores se han ido quedando en la nostalgia de tiempos pasados; pero hoy por esfuerzo de hombres como Bartolo Dominguez trata de perdurar en el tiempo.
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