Es libre, es gratuito (eso son 700$ menos que Photoshop) y, aunque es menos potente que su contrapartida comercial, todavía es capaz de tirar de las barbas a una empresa de 4.000 millones de dólares implementando 2 años antes la característica estrella de su ahora penúltima versión.
GIMP es una de las aplicaciones open source más queridas, y en esta última versión, se han deshecho de uno de sus defectos más odiados. Al fin, 2 años después de que nos pusieran los dientes largos por primera vez, podremos elegir si queremos usar una ventana única para la aplicación, al estilo de Photoshop, o el modo de varias ventanas/diálogos, como venía siendo habitual. Para otros cambios, menos mediáticos pero igual de importantes, podéis consultar el fantástico artículo de GIMP Users
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