Si en el mes de febrero contábamos cómo Rapidshare confirmaba la reducción de velocidad en las descargas gratuitas (según ellos para “acabar con la piratería”), hoy es el Tribunal superior de Hamburgo el que sitúa por primera vez a un cyberlocker al borde de su defunción. En un movimiento sin precedentes, se ordena a la plataforma a filtrar de forma proactiva el contenido con el fin de vigilar el material con copyright en el sitio. Dicho de otra forma, la privacidad de los usuarios se violaría para defender los derechos de autor.
La razón del dictamen, al parecer, es que el sitio no ha hecho lo “suficiente” para evitar la piratería, algo parecido a lo ocurrido con Megaupload aunque en este caso Rapidshare ni siquiera ofrecía la serie de recompensas por la subida de archivos más populares.
De acuerdo al tribunal la plataforma tendrá que pasar a supervisar cada uno de los archivos de los usuarios para que en caso de infracción del copyright no pasen a estar disponibles para su descarga. Una idea imposible de llevar a cabo de forma manual por lo que Rapidshare deberá implementar un software de filtrado de contenido.
Con esta resolución se espera que Rapidshare se convierta en el primer cyberlocker-policía sin necesidad de que sean los propietarios de los derechos de autor los que avisen. Ni siquiera es posible la opción que ofrece YouTube a los propietarios con la herramienta que busca y notifica las infracciones.
No sólo eso, el fallo va en contra de lo dictaminado por el Tribunal Europeo de Justicia en el mes de febrero. En ese momento se dictaminó que las redes sociales no debían ser forzadas a comprobar de forma proactiva el contenido de sus usuarios ya que violarían la privacidad de los mismos.
Aunque Rapidshare carece de contenidos sociales, en esencia se rompe la posibilidad de que un servicio o plataforma con enlaces mantenga a salvo la privacidad de los usuarios. Además, Rapidshare ha sido una de las plataformas que más ha modificado sus servicios en un movimiento de los más impopular entre sus usuarios. La limitación de velocidad a 30 Kbs para los no registrados iba encaminada, según contaban, para “acabar con la piratería”.
Parece que ha dado igual y la industria busca con este movimiento erradicar cualquier atisbo de infracción. El primero ha sido Rapidshare, posiblemente estén por llegar más casos similares.
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