Transportar electricidad por el aire, sin necesidad de cables, era la mayor aspiración de Nikola Tesla, y sigue siendo la gran asignatura pendiente de la tecnología de consumo: puedes prescindir de forma permanente de todos los cables (en un ordenador o en cualquier otro dispositivo) excepto del cable de alimentación, aunque sea ocasionalmente para cargar las baterías.
En 2007 investigadores del MIT mostraron como una bombilla de 60 W brillaba a dos metros del enchufe más cercano, un logro que bautizaron como WiTricity.
Cinco años más tarde WiTricity es una compañía a punto de ofrecer la transmisión de electricidad sin cables de forma inalámbrica, con un alcance de unos 2,5 metros y capaz de traspasar obstáculos no conductivos como paredes, puertas, suelos y techos.
WiTricity no necesita bases de contacto como las que emplea la tecnología por inducción habitual de los cepillos de dientes o las bases de carga de PowerMat y similares.
En el vídeo de arriba la clave del asunto se ve a partir del minuto 3:14, cuando el dispositivo sigue cargando aunque se aleje de la base y se coloque en una mesa situada a un par de metros de ésta.
WiTricity transmite la energía en la forma de campos magnéticos: la bobina emisora recibe una corriente eléctrica que genera un campo magnético que recorre la habitación.
Cuando el campo magnético alcanza alguna de las bobinas receptoras, que tienen la misma frecuencia de resonancia que la emisora, se induce en ésta una corriente eléctrica. La potencia transmitida puede variar entre entre unos pocos milivatios y hasta varios kilovatios según la instalación.
WiTricity asegura que “los campos magnéticos interactúan muy débilmente con los organismos biológicos –personas y animales– y se consideran seguros.”
Actualizado: Mi agradecimiento a Pedro Lobo por la corrección de algunos aspectos de la anotación original.
Vía Ubergizmo.
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