Un analista de en Deutsche Bank, Rod Lache, afirma que en 10 años el coche de combustión y el eléctrico tendrán un coste muy igualado, incluso será favorable para el eléctrico.
El mundo del motor se mueve hacia la electrificación progresiva en casi todos los segmentos, desde utilitarios a grandes berlinas pasando por deportivos, pero por el momento, los coches eléctricos son más caros (a la hora de la compra) que sus homónimos de combustión. Pero esto cambiará en menos de una década.
Los motores de combustión interna están viviendo sus últimos 10 años tal y como los conocemos. Rod Lache, analista en Deutsche Bank, ha realizado esta terrible afirmación que completa cuando habla del precio entre un vehículo eléctrico y uno convencional dentro de una década. Para Lache, estarán igualados, por lo que la expansión de la movilidad eléctrica será muy significativa.
10 años, tan solo 10 años para que no podamos decir que no tenemos un coche eléctrico porque es caro.
Para que esto suceda se tienen que dar dos situaciones. La primera es que el precio de una batería se reduzca notablemente, una afirmación no muy compleja de predecir por los numerosos avances que estamos viviendo en este campo, nueva tecnología, promesas de reducción de costos pero sobre todo, por la economía de escala, algo a lo que ayudará la Gigafactoría de Tesla.
El segundo factor es que los motores de combustión serán más costosos por las medidas de eficiencia que tendrán que cumplir para recibir las homologaciones pertinentes. Hablamos de normativas que afectan a las emisiones contaminantes que producen los vehículos, que van a estar muy, pero que muy limitadas en los próximos años. Para poder cumplirlas, los motores tendrán que mejorar mucho y esto tiene un coste para el comprador.
Lache se ha animado a hacer números. En una década, un motor a combustión tendría un coste de algo más de 6.000 euros frente a los 5.300 que costaría un motor eléctrico asociado a una batería capaz de aguantar unos 300 kilómetros de autonomía. Si a esto le sumamos el ahorro cada vez que repostamos o recargamos las baterías, será complicado justificar la compra de un vehículo con motor a combustión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario