Repasamos algunas de las aplicaciones sin actualizaciones más famosas de la era smartphone.
Tanto la App Store como el Play Store (y sus grandes diferencias) llevan con nosotros desde 2008, y como cabía esperar, en ese tiempo nuestros hábitos de consumo y de ocio han ido cambiando mucho, con lo que será raro que hoy en día sigamos usando aplicaciones que descargamos o compramos en aquella época. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, también hemos abandonando muchas de ellas, ya que eran aplicaciones sin actualizaciones. Si bien es cierto que muchas veces llegamos a la obsesión con eso de las actualizaciones, aproximadamente una vez al año llegan nuevos sistemas operativos con muchas novedades, que no serán aprovechadas si los desarrolladores no implementan mediante actualizaciones. Hacemos un repaso de algunos casos sangrantes.
twicca
twicca fue, desde la época en que tuve mi (amado) Motorola Defy hasta que llegó Fenix, mi cliente de Twitter de cabecera en Android, pero finalmente se convirtión una de esas aplicaciones sin actualizaciones que el tiempo acaba matando. Lo que en 2010 era una interfaz aceptable y minimalista, hoy en día se hace demasiado arcaico, y aunque la aplicación no ha perdido frescura en cuanto a rendimiento, sus carencias históricas ya pesan demasiado. La última gran actualización que recibió fue para actualizarse a la API 1.1 de Twitter y poder seguir adelante con la actividad. Siempre la recordaré como la aplicación que jamás desinstalé pese a comprar alternativas como Tweetings, Robird, Falcon Pro o Plume.
LauncherPro
LauncherPro es una de esas aplicaciones sin actualizaciones desde 2011, y me recuerda enormemente a una época oscura de Android. Aunque hoy en día los fabricantes continúan incluyendo sus launchers junto a capas de personalización, ahora son aceptables. Lo de aquella época era muy traumático, pues a la falta de funciones de launchers como el de Motoblur o TouchWiz, se unía un terrible lag, presente en el Galaxy S1 o en el Motorola Defy con Eclaie. LauncherPro solucionaba bastante esos problemas, hasta que un buen día de 2011, su desarrollador la abandonó. Por suerte, llegaron grandes alternativas.
Snapseed
Snapseed era una de esas grandes aplicaciones que iOS presumía de tener en exclusiva, hasta que Google la compró. En ese momento se produjeron dos hechos: la aplicación llegó a Android, que tenía una carencia enorme de buenas aplicaciones de fotografía, y en segundo lugar, Google la abandonó. Hoy en día es funcional, y es igual de buena que siempre, pero simplemente su apariencia choca con la de Android Lollipop y iOS 8. Por suerte Google fue añadiendo sus funciones a Google+ y al editor del sistema.
Tweetbot for iPad
El caso de Tweetbot para iPad es bastante traumático. Desde que Apple presentó iOS 8, Paul Haddad prometió actualizar la aplicación tal y como había hecho con Tweetbot 3 en el iPhone. El problema no es ya que esa actualización no haya llegado, sino que no actulizando la interfaz, la aplicación tampoco haya recibido funciones, teniendo en cuenta el precio por el que sigue disponible en la App Store. Me sigue pareciendo la mejor opción, pero las prácticas de sus desarrolladores son nefastas.
Instagram en Windows Phone
Tras esperar durante meses (años) la llegada de Instagram a Windows Phone, finalmente Instagram llegó a finales de 2013. Y sigue exactamente igual al momento de su llegada, siendo la aplicación que peor procesa las fotos de todas las plataformas, y sin poder ni subir ni capturar vídeos. Por ello, la elegida sigue siendo 6tag.
Frente a estos casos, compartía Federico Viticci una lista de desarrolladores en iOS que llevan actualizando sus aplicaciones desde que las lanzaron hace ya muchos años. Como demuestra ese artículo, se pueden hacer las cosas bien. Tanto en iOS, como en Android, con ejemplos como las venerables Tasker o Titanium Backup-
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