En ocasiones, demasiadas, los asuntos donde se involucra el copyright y los derechos de autor exceden la lógica. Este es posiblemente uno de ellos, un caso ridículo que se está dando en una universidad de Canadá. Al parecer, debido a problemas de acuerdos con los titulares de derechos, el libro de texto exigido este año para una asignatura de Historia del Arte llega sin imágenes. Arte sin imágenes en un libro que aún así, cuesta la friolera de 180 dólares. Los estudiantes han pedido acabar con esta farsa.
La historia la relatan desde TechDirt y llega a través de Brent Ashley, quién narra la situación de su hija, una estudiante de la Universidad OCAD en Canadá. La joven y sus compañeros se encuentran en una clase denominada “Global Visual and Material Culture: Prehistory to 1800”, una asignatura de Historia del Arte que exige la compra de un libro que cuesta 180 dólares. Hasta aquí todo más o menos normal aunque el precio parezca “un tanto” desorbitado.
El problema es que el libro en cuestión sólo contiene texto, un libro que trata sobre el arte, la cultura y lo “visual”, que no contiene imágenes porque no se pudo llegar a acuerdos con los derechos de autor que hacen referencia a cada tema.
Así lo explica Ashley para la página:
Este año el libro de texto sobre la cultura global visual no contiene imágenes. Los estudiantes han contactado con los editores y estos les han comunicado que no obtuvieron a tiempo los permisos de derechos de autor establecidos antes de la impresión. Así que los alumnos tendrán que leer un libro y ver las fotografías en Internet a través de sus ordenadores.
Además, no hay ningún tipo de descuento para un libro de arte de 180 dólares que no contiene ninguna foto. Desprovisto de imágenes, carente de arte. Si voy a tener a pagar 180 dólares por un libro de historia del arte que no tiene ningún valor de reventa para los estudiantes del próximo año, lo acabaré utilizando como adorno en mi casa para mis herederos.
Mientras, los alumnos ya han pedido una rectificación a lo que han denominado como una “farsa”. Un caso extraño, ya que en Canadá las leyes sugieren la utilización de imágenes en caso de fines educativos como trato justo. En cualquier caso, una situación absurda que sumar entorno al copyright, en este caso hasta el punto de editar un libro de texto de arte sin imágenes debido a las estrictas normas de los titulares de derechos.
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