Lo bueno de estos árboles artificiales que mediante microturbinas eólicas generan electricidad es que son relativamente discretos, dan algo de sombra y se pueden instalar incluso en medio de las ciudades – donde sería imposible instalar una gigantesca turbina.
Lo malo es que la tan solo producen 3,1 kW de electricidad y cuestan una pasta por unidad: 37 000 dólares ni más ni menos. Algo difícilmente comparable con el coste de una turbina normalita de 2,5 MW como las que hay en los parques eólicos: sería unas 800 veces menos potente y la instalación «equivalente» de 800 de ellos costaría unos 30 millones de dólares.
Y evidentemente, comparado con el coste de un árbol vegetal de los de toda la vida (0,10€ como semilla; 20€ ya medio grandecitos) tampoco hay color. Pero al menos un con árbol‑turbina puedes recargar el móvil o una bicicleta eléctrica.
Bien por la idea pero a mejorar las prestaciones y coste, que de aquí a dos años han dicho que estará listo para ser comercializado.
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