Kavachi es un impresionante volcán subacuático. Sus constantes erupciones son impredecibles. Pero ésta no es la única sorpresa que guarda este titán marino. Y es que la vida aparece, a veces, donde menos lo esperas.
Kavachi es el dios del mar para los nativos de la isla de Nueva Georgia. En honor a la deidad, el volcán situado al sur de la isla de Vangunu se llama también así. Es uno de los volcanes submarinos más activos del mundo, con erupciones regulares (aunque impredecibles), escapes de gases y cenizas constantes. En sí, Kavachi es un volcán digno de estudio por su frenética actividad. Pero la mayor sorpresa que sufrió el grupo de investigación de Brennan Phillips, que trabaja para National Geographic, no se debió al propio volcán; no. Mientras grababan las profundidades, en la caldera del volcán, una sombra cruzó a través de la pantalla. "¿Qué es eso?" se preguntó, Phillips. Era un tiburón vivo.
Kavachi, el rugiente
La expedición, cuentan desde National Geographic, se preparaba para una expedición cuya finalidad no es otra que la de cartografiar y estudiar el contorno de Kavachi. La zona es bastante activa y peligrosa, por lo que las mediciones de la caldera y sus picos montañosos suponen un riesgo difícil de asumir. Nadie sabe con qué regularidad entra en erupción el volcán, aunque sí se sabe que lo hace a menudo. Cuando esto sucede, el temblor se puede escuchar y sentir incluso a 16 kilómetros de distancia. Entonces, el volcán estalla expulsando toneladas de lava y cenizas ardientes bajo el agua. En su alrededor, las emanaciones de sulfúrico y nítrico acidifican el agua hasta convertirla en un caldo capaz de causar quemaduras en la piel de un buceador embutido en neopreno. La concentración de dióxido de carbono es altísima en toda la zona y las burbujas de colores, debidas a las sales metálicas, flotan por todas partes.
Por todo esto, el equipo de Brennan se preparaba para cuatro días de investigación con cámaras subacuáticas y drones especializados. Esta es la única manera de marcar una estrategia de medición adecuada, evitando el peligro. Pero claro, nadie se esperaba encontrarse, en un ambiente tan hostil, animales vivos. Normalmente, en los ambientes extremos se encuentran microorganismos y seres vivos sencillos, muy adaptados especialmente. ¿Pero tiburones? ¿Tiburones normales y corrientes? El equipo se quedó maravillado. En el vídeo se pueden ver algunas rayas (Myliobatoidei sp.), un tiburón martillo (Sphyrna mokarran) o incluso varios especímenes de tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis) tranquilamente alrededor del interior de la caldera. Al parecer, Kavachi esconde más de una sorpresa, incluyendo una populosa cantidad de elasmobranquios que ha hecho de su interior un hogar.
¡Sharkcano! ¿Cómo puede ser?
El gracioso nombre de "Sharkcano" atribuido por los investigadores, no podría ser mas acorde. ¡Un volcán con tiburones en su interior! ¿Cómo es posible? Precisamente, el equipo ha vuelto con más preguntas que respuestas. En primer lugar, ¿pueden vivir los tiburones en el interior de la caldera durante una erupción? Definitivamente, no. No podrían soportar la temperatura o la violencia. Por tanto, ¿escapan cuando sienten el temblor? ¿O hay algún mecanismo que "los avise" de que el volcán va a comenzar su actividad? Tal vez escapen simplemente en el momento del temblor, pero han de alcanzar una distancia segura. Por otro lado, mucho más interesante: ¿cómo sobreviven a las altas ¿Cómo "respiran" los tiburones un agua tóxica, ácida y extremadamente caliente?
temperaturas, el agua ácida y la alta concentración de gases tóxicos? No estamos hablando de un agua normal.
En el vídeo se aprecia fácilmente el cambio de textura y color del agua, que a 20 metros todavía es luminosa y de un color azul más intenso (por cómo se filtra la luz). Sin embargo, el tono que se aprecia en el vídeo es rojo y pardo, colores debidos a diversas sales ferrosas que flotan en el ambiente. Además, se observan burbujas de metano, dióxido de carbono y otros peligrosos gases surgir del suelo. Por si todo esto fuera poco, como decíamos antes, las sondas indican una acidez importante, capaz de causar quemaduras a un buceador. Si tenemos en cuenta que los elasmobranquios respiran haciendo pasar este agua a través de sus branquias, es lógico sorprenderse. Las especies han de estar adaptadas a este ambiente extremo de una manera que desconocemos. Y no hablamos de especies desconocidas o extrañas. Son especies que consideramos comunes y que, hasta ahora, nunca habíamos imaginado que pudieran resistir tan bien estas condiciones.
Esto significa que tal vez descubramos nuevos límites, características fisiológicas o mecanismo de adaptación que antes desconocíamos por completo. Como imaginaréis, esto es una puerta interesantísima abierta a la biología. ¿Qué secretos encierra esta población de tiburones? Los elasmobranquios, tiburones y rayas, son animales fascinantes, capaces de "oler" a kilómetros de distancia, sentir el pulso eléctrico de los materiales sumergidos y con una biología muy desconocida. Ahora, la investigación, como explicábamos, ha vuelto con más preguntas que respuestas. Lo que es bueno. Como afirma el propio Phillips, "estas son las expediciones más provechosas". Además, estos sorprendentes resultados sirven para hacer publicidad de la investigación sobre Kevachi. Y es que a día de hoy no hay que escatimar ni una oportunidad.
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