Si buscas una distribución Linux sencilla que puedas recomendar a cualquier tipo de usuario sin importar su nivel, no puedes dejar escapar Linux Deepin.
Muchos de nosotros seguimos el progreso de nuestras distribuciones favoritas mediante las redes sociales, como por ejemplo a través de las comunidades de Google+. En muchas de ellas, los desarrolladores comparten avances y los usuarios comentamos o nos ayudamos entre nosotros con los problemas o dudas que nos vamos encontrando. También suele ocurrir el caso de gente que viene de otros sistemas operativos, en los que piden consejo sobre la primera distribución Linux que deberían usar. Todo esto es fantástico, hasta que llegan esos seres llamados fanboys, incapaces de dar una opinión objetiva, pues están tan obsesionados con lo genial que es [inserte nombre de distribución], que su punto de vista queda totalmente nublado y llegan a recomendar algo tan complicado como Arch Linux a un principiante.
Es innegable que las distribuciones evolucionan con el tiempo. Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que lo que hoy no es bueno, puede ser fantástico en un futuro y viceversa. Por lo tanto, ninguna afirmación será una verdad absoluta. Sin embargo, si podemos poner sobre la mesa unos cuantos puntos en común sobre las cualidades que una distribución Linux debe tener, para ser lo más amigable posible al principiante. Antes hubiera recomendado Ubuntu o elementary OS, pero ahora, basándome en una serie de características, he llegado a la conclusión de que en este instante, Linux Deepin es la distribución perfecta para principiantes. Discutamos las razones.
¿Por qué Linux Deepin?
Linux Deepin es una distribución originada en China, está basada en Ubuntu y usa un entorno de escritorio propio llamado Deepin. Una de las cosas que más critico en una distribución Linux es su facilidad de uso. La primera vez que instalé Fedora, en el primer arranque me dio la bienvenida con un programa que presentaba las características de la distribución (si mal no recuerdo). Manjaro hizo algo parecido y además viene con un programa de interfaz gráfica para administrar software, tremendamente útil para un principiante.
Linux Deepin va un paso más lejos. Ya sea instalando la distribución completa o simplemente el entorno Deepin en nuestra distro, en el primer arranque nos ofrece una visita guiada. Lo curioso es que no nos muestra unas simples imágenes, es interactivo. Nos muestra mediante flechas y diálogos, la forma en la que editar la configuración, ejecutar aplicaciones o agrupar elementos en el escritorio. Linux Deepin se lleva un diez en este aspecto. Además de ello, su centro de software es todo lo que el centro de Ubuntu debería ser: rápido, fluido, con un diseño que atraiga y donde también se manejan las actualizaciones. Desde el principio, un usuario novato sabrá usar el entorno. Este es el punto principal en el que fallan la inmensa mayoría de distribuciones, ya lo comenté con Antergos.
Directo al grano
Uno de los mayores mitos que he oído sobre las distribuciones Linux es que son difíciles de usar. Ya sabemos que Linux Deepin nos ofrece un tutorial interactivo y que la instalación de programas es coser y cantar. Ahora hablemos de su bella interfaz. El entorno se compone únicamente de tres elementos:
- Un dock en el que podremos anclar nuestras aplicaciones favoritas. Con la peculiaridad de que tiene elementos interactivos, un icono que se encarga de gestionar el volumen, un reloj que nos muestra un calendario y lo más original, un icono que alberga los iconos de la bandeja del sistema, capaz de crecer si tenemos más de los cuatro elementos que inicialmente entran. Además, este dock es capaz de transformarse en una barra de tareas al estilo Windows.
- La configuración aparece como un panel lateral, tenemos todos los elementos que queremos configurar en ese panel. En otros entornos tenemos varios programas para editar distintos elementos, aquí todo está ordenado en una vista muy agradable.
- Un sencillo lanzador de apps con diferentes opciones para ordenar las aplicaciones.
En resumen, con Linux Deepin tenemos un simple dock con el que administrar todo nuestro sistema, sin ninguna opción difícil de acceder o encontrar. Al pulsar el botón de configuración nos aparece el panel lateral con todas las opciones que podáis imaginar y al pulsar el lanzador de aplicaciones ejecutaremos programas. Por lo tanto, para entender el sistema solo hay que fijarse en el dock. Es un entorno fácil de entender, muy sencillo de configurar, bello y con el mejor tutorial de bienvenida visto hasta ahora, ¿qué mas se puede pedir?
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