En esta breve charla TED Martin Hanczyc habla de la diferencia entre lo que se suele considerar vivo (animales, plantas, células) y lo que no (minerales, compuestos químicos, etc): The line between life and not-life.
Sobre si están vivos o no, un trozo de piedra o una tortuga son claramente diferentes. Pero algunos de estos «seres» o «entidades» están en esa delgada línea roja que separa un concepto de otro: los virus por ejemplo parecen vivos pero necesitan de otras células para invadirlas y reproducirse; algunos algoritmos matemáticos e incluso inteligencias artificiales también podrían considerarse «casi vivos» si no fuera porque no tienen cuerpo ni metabolismo.
Entre las características más importantes que resalta Hanczyc están tener un cuerpo, contar con un metabolismo que cree los bloques básicos para realizar otras tareas, poder realizar movimientos en el entorno, contar con una función de replicación y finalmente la transmisión de información heredable, junto con algún factor que permita la evolución. Poco más hay. Con eso ya tienes vida en todo su esplendor.
Lo interesante es que algunas de estas funciones (por no decir todas) se están pudiendo reproducir en el laboratorio a partir de experimentos químicos más o menos simples. Se puede ver en el vídeo. Hanczyc hace un buen resumen de poco más de diez minutos sobre cómo estamos jugando a crear vida a partir de sus componentes más simples.
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