Hace tres o cuatro años explicábamos que los avances en secuenciación hacían cada vez más barato el proceso, convirtiéndose en auténticas «gangas a 5000 dólares para genomas completos». Hoy en día ofrecen lo mismo por cinco veces más barato y ese precio no hará sino seguir bajando. A este paso lo regalará el ABC con el periódico de los domingos (con la preceptiva cartilla, eso sí).
De todos modos, recuérdese que estos «inventos» no son la piedra filosofal de la medicina:
Hay que ser muy cautos respecto a la utilidad real de estos análisis del genoma de una persona: hay quien cree que sirven para «curar» enfermedades para las que estamos predispuestos genéticamente, cuando lo único que hacen es indicar si tenemos dicha predisposición. Otros confían en ellos para desarrollar medicamentos más personalizados para cada paciente, pero hay cierta controversia al respecto entre la comunidad médica. Y la parte más llamativa y curiosa de estos análisis, la que muestra una larga lista de «ancestros genéticos» no se sabe con seguridad cuán precisa es y –francamente– parece más un colorido ejercicio de márketing que un análisis científico que verdaderamente sirva para algo.
En cualquier caso esta app y otras similares sólo se podrán vender bajo supervisión de un doctor, para evitar que se puedan vender tras «falsas promesas» como ya ha sucedido más de una vez. (¡Ah, si todo en las farmacias fuera así!) Aparte de competir en precio estas empresas lo que están haciendo es ofrecer servicios añadidos –por ejemplo, interpretación de los resultados– para poder rascar algunos dólares más.
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