Tubos: De cómo seguí un cable estropeado y descubrí las interioridades de Internet. Andrew Blum. Español, 272 páginas. Edición Kindle en Inglés.
Un día la conexión a Internet de la casa del autor dejó de funcionar, y cuando al día siguiente el técnico vino a ver qué pasaba y le comentó que el problema lo causaba un cable que había sido roído por una ardilla Blum comenzó a pensar en lo poco que sabía acerca de cómo funcionaba Internet y de cómo y donde existía esta en el MundoReal™.
Así que empezó a investigar y preguntar y durante los dos años siguientes recorrió varios miles de kilómetros por varios continentes viendo los componentes físicos de la red, desde las instalaciones más próximas a los hogares de los abonados de los proveedores de acceso hasta los grandes centros de datos de algunas empresas como Facebook, donde viven –más o menos– los bits que forman la información que subimos a la nube.
Por el caminó visitó también puntos neutros en los que los proveedores se conectan entre ellos para intercambiar datos, o los sitios en los que algunos cables trasoceánicos salen a la superficie para unir continentes.
Para alguien que esté un poco al tanto de cómo está montada Internet este libro no revela grandes secretos, pero para cualquiera que no se haya preocupado de mirar nada de esto o que no tenga ni idea de cómo van estas cosas es una lectura la mar de interesante, sin tecnicismos que lo hagan difícil de entender.
- Los 900.000 kilómetros de cables submarinos de los que dependemos sin saberlo, más sobre la parte física de Internet.
- El ritmo de Internet, una interpretación artística del tema.
- Mapa de los cables submarinos 2012: las conexiones del mundo, que hay cosas más allá de Internet.
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