· And Also The Trees - Hunter Not The Hunted (2012): como Toni Cantó, me entero con mucho retraso de la aparición de un nuevo disco de una de mis bandas favoritas del entorno post-punk, And Also The Trees. AATT han evolucionado mucho desde su primer álbum homónimo, y en sus últimas entregas -el nuevo disco no es una excepción- nos han obsequiado con canciones más tranquilas y ambientales, sin muchas estridencias. Hunter Not The Hunted sigue el mismo camino marcado por anteriores trabajos (me recuerda mucho a (Listen to) The Rag and Bone Man, que también me parece magistral; bueno, de hecho, acabo de comprobar que los dos discos que median entre ése y el último no contienen material nuevo, sino que son versiones acústicas de temas ya grabados) en el que predominan los paisajes melancólicos y la poderosa voz de Simon Huw Jones, que sigue a medio camino entre el canto y la recitación. A mí me parece genial este disco. Mejores momentos: Burn Down This Town, My Face is Here In The Wild Fire o la canción que da nombre al disco.
· Dead Can Dance - In Concert (2013): Después de 16 años de silencio, Dead Can Dance volvió el año pasado con Anastasis, un disco que, por si no lo he dicho ya, sin duda fue el mejor disco de 2012. Como si el tiempo no hubiera pasado para ellos, Brendan y Lisa volvían a fusionar música étnica con su particular sentido artístico y nos dejaban la continuación natural de Spiritchaser. Al mismo tiempo iniciaron una gira mundial, que aún sigue, y que les debe estar haciendo de oro. Para celebrar esta gira, y por si no tuvisteis la suerte de verlos en directo, han editado este In Concert, que recoge el setlist típico de esta gira (me consta que no lo están cambiando demasiado): un especial interés por las canciones de Anastasis, canciones clásicas del grupo (eso sí, dejando de lado sus primeros temas más oscuros), y alguna que otra novedad. Lo mejor: volver a escuchar Rakim y comprobar como tras veinte años, Brendan sigue sonando igual de bien.
· Nick Cave & The Bad Seeds - Push the Sky Away (2013): Aunque lo conociera (y me conquistara) en mis años mozos con aquel gran disco que era Murder Ballads, yo soy más del Nick Cave más tranquilo y reposado, en la línea de Nocturama o The Boatman's Call. Y de hecho, los últimos discos (Dig Lazarus Dig, Abbatoir Blues), e incluso sus trabajos con su alter-banda gamberra, Grinderma no me habían acabado de convencer. Pero hete aquí que míster Cave se descuelga con este nuevo disco, más ambiental, que ahonda en el tipo de canciones que más me gustan. Una joyita. Lo mejor: la fantástica portada (que aquí podéis ver), Jubilee Street.
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