Comienza un 2012 para el servicio de streaming realmente negro. Tras las demandas por parte de Universal, Warner y Sony, la última de la “lista”, EMI, la cual tenía un acuerdo de licencia con la plataforma, se ha sumado al resto presentando una demanda por falta de pago por royalties.
La demanda ha sido presentada en Nueva York ante la Corte Suprema y en la misma se especifica la cantidad en concepto de daños a EMI por parte de Grooveshark y la compañía “padre” de la misma, Media Group. El montante final ascendería a 150.000 dólares en concepto de royalties.
Mientras, Grooveshark asegura en un comunicado que el asunto se resolverá. En la actualidad la plataforma cuenta con 35 millones de miembros o usuarios, todos con la posibilidad de subir sus propias pistas a la biblioteca de música, práctica que es precisamente el motivo de gran parte de los pleitos por parte de las discográficas, quienes ven en las mismas una dudosa legalidad.
Hasta ahora Grooveshark se ha defendido en base a lo estipulado por la DCMA desmontando el contenido infractor en el período determinado cuando se lo han precisado. La historia cambió cuando un supuesto empleado de la compañía publicó un comentario detallando cómo muchos de los empleados suben directamente la música al servicio, movimiento ilegal que no estaba protegido por la DCMA.
La investigación llevó a la demanda de Universal donde aseguraba que los empleados, incluyendo al presidente y vicepresidentes, habían subido más de 113.000 canciones. Universal pide 150.000 dólares por canción para un total que llegaría a los 17 mil millones de dólares en total. A la demanda se sumarían más tarde Warner y Sony.
Ahora y tras el pleito que se le presenta con EMI, las cuatro grandes se posicionan contra el servicio, quién ve amenazado más que nunca el futuro de Grooveshark.
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