Esta semana empieza el que dicen es uno de los mayores cambios relacionados con Internet desde su implementación a gran escala hace años. Me refiero a la expansión de dominios de Internet de primer nivel genéricos, un cambio profundo en la política de dominios por el cual cualquier palabra podrá ser registrada para usarse como extensión de una página web.
A partir del 12 de enero, quien lo desee podrá presentar ante el ICANN -organización que se ocupa de la gestión del sistema de dominio- candidatura para registrar cualquier palabra como dominio previo pago de 185.000 dólares más 25.000 dólares anuales en concepto de mantenimiento. Además en el caso de las marcas, estas deberán demostrar que están en uso y acreditar su derecho a utilizar el nombre que quieren registrar.
La pregunta ahora es, ¿buena o mala idea? Como siempre depende a quien le preguntemos, hay posturas para todos los gustos. Por un lado desde ICANN argumentan que los beneficios de la apertura son mayores que los eventuales problemas. Por ejemplo explican que:
Usted será el responsable de una crítica y muy visible pieza de la infraestructura de Internet. De la misma manera que Verisign es responsable de todos los dominios registrados bajo el .com, usted lo será de los registrados con su nombre.
Por el otro, tenemos a bastantes marcas que dicen que la medida les va a suponer un incremento de costes, más peligro de fraude y provocará confusión entre los usuarios. O asociaciones, como la de Usuarios de Internet que también se mostró en desacuerdo; y hasta Gobiernos, concretamente los de la Unión Europea, que rechazan la medida al considerarla discriminatoria ya que en Europa, a diferencia de lo que pasa en Estados Unidos, si que se pueden registrar marcas sin que estén en uso (como explicaba arriba ICANN solamente permitirá registrar marcas en uso).
Lo que sí está claro es que el ICANN es la parte que, salvo desastre inesperado, más se beneficiará; según sus estimaciones recibirán hasta 4.000 candidaturas, la mayoría de las cuales previsiblemente superarán el trámite de reclamaciones y disputas que se abrirá una vez finalizado en abril el periodo de envío de solicitudes.
Para terminar, otra pregunta: ¿y qué son 4.000 dominios completamente nuevos en un inmenso mar de .com, .org y demás? Creo que teniendo en cuenta las cifras que se barajan no vamos a ver una explosión de nuevos dominios tipo .newyork
o .apple
por lo que a nivel general la medida no tendrá impacto profundo. Como mucho asistiremos a escaramuzas puntuales entre la marca Y y la ciudad Z o entre el listo de turno y la empresa que toque.
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