El núcleo de 67P el pasado 3 de agosto de 2014
Después de 10 años, 5 meses y 4 días la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea entraba en órbita esta mañana alrededor de su objetivo, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Rosetta y 67P están en estos momentos en un punto situado más o menos a medio camino entre las órbitas de Júpiter y Marte, a unos 405 millones de kilómetros de la Tierra, y acercándose al Sol a una velocidad de unos 55 000 kilómetros por hora.
El objetivo de Rosetta es acompañar a 67P durante algo más de un año en su paso por el perihelio –el punto más cercano al Sol– de su órbita y de nuevo rumbo a Júpiter.
Además, está previsto que el 11 de noviembre Philae, que viaja a lomos de Rosetta se desprenda de esta para aterrizar en el núcleo de 67P, algo que ninguna misión espacial ha conseguido hasta ahora.
El estudio de la composición de 67P con los 11 instrumentos de Rosetta y los 10 de Philae servirá para que los científicos puedan hacerse una idea de las condiciones físicas que reinaban en cuando se formó el sistema solar.
El análisis del agua presente en el cometa servirá, por su parte, para poder obtener un mayor grado de certeza acerca de si buena parte del agua que hay en la Tierra vino del masivo bombardeo de asteroides que sufrió hace unos 4.000 millones de años.
La misión Rosetta es, al menos en mi opinión, sin duda la misión espacial del año; y el año que viene, cuando esta esté terminando, tendremos a la New Horizons de la NASA llegando a Plutón, por lo que estos próximos doce meses prometen ser interesantísimos para los espaciotrastornados.
Se puede seguir a Rosetta en @ESA_Rosetta, y a Philae en @Philae2014.
Por cierto que en una increíble coincidencia cósmica de esas, hoy se cumplen dos años de la llegada de Curiosity a Marte.
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