El gato más famoso de la Física es el hilo conductor de esta breve historia animada divulgativa sobre mecánica cuántica, que pretende explicar el clásico experimento mental de Schrödinger de forma muy breve y enseñar algunas de sus connotaciones; por ejemplo que debido a ese gato puedes ver este vídeo en tu ordenador. [Y además con subtítulos en castellano.]
En el experimento mental se toma un gato y se mete en una caja sellada. Junto a él hay un dispositivo [por ejemplo un medidior de radioactividad] que tiene un 50 por ciento de probabilidad de matar al gato en la siguiente hora. Al final de esa hora, la cuestión es: ¿cuál es el estado del gato?
El sentido común sugiere que el gato estará vivo o muerto. Pero Schrödinger señaló que según la física cuántica justo antes de abrir la caja el gato está al mismo tiempo vivo y muerto. Solo al abrir la caja veremos un estado bien definido.
Hasta el último momento el gato es una especie de probabilidad difusa, medio una cosa, medio la otra. Puede parecer absurdo, pero según la física cuántica es así. A Schrödinger todo esto le pareció tan filosóficamente inquietante que abandono la teoría que había ayudado a crear para dedicarse a la biología.
Los átomos no son como los «sistemas solares en miniatura» que se suelen dibujar, en los que los electrones dan vueltas alrededor del núcleo; tal y como se explica en el vídeo las propiedades de las partículas subatómicas son probabilísticas: al ser algo bastante contrario a nuestra intuición y experiencia cotidiana no podemos apreciarlo en toda su sutileza – algo que sí hace este experimento. Para mayor complicación, el hecho de que esos efectos –como puede ser peculiar comportamiento dual a modo de ondas y partículas, o la relación de indeterminación de Heisenberg– sean de una magnitud tan lejana a nuestra «escala humana» no hace sino complicar las cosas.
Pero pese a la dificultad de entender el mundo cuántico los seres humanos nos las hemos ingeniado para aprovechar sus propiedades y combinar átomos y moléculas en materiales semiconductores, con los que se construyen ordenadores y dispositivos electrónicos que utilizamos a diario. Como bien dice el vídeo, «es un irónico e interesante giro: que lo que se suele decir en broma de Internet, ‘que fue construida para ver vídeos de gatos’, se deba en parte a un famoso gato del que renegó hasta su creador».
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