Mejor ver el vídeo antes de continuar. ¿Cuál es la historia?
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Casi todo el mundo que ve este vídeo de NatGeo lo interpreta de la misma manera: un triángulo grande y abusón molesta a un pequeño circulito verde, que al final de la historia tiene suerte porque otro triángulo azul lo ayuda para que pueda escapar. Los voluntarios del «experimento» cuentan esa historia cuando ven el vídeo, y probablemente tú hayas visto lo mismo a menos que seas un poco psicópata – en cuyo caso, háztelo mirar.
Lo interesante es que en realidad todo son unas formas geométricas simples moviéndose en una pantalla: como cuenta el narrador, «somos los seres humanos los que creamos una historia de villanos y héroes con unos protagonistas con atributos humanos y un final feliz». Y eso, según dicen, es porque nuestro cerebro ha evolucionado de algún modo para entender la «compasión».
Para mi la explicación podría ser también otra: la animación está hecha de modo que sugiere formas y actuaciones que nuestro cerebro reconoce como «humanas»: da un poco igual que se trate de formas geométricas supersimplificadas (todos los dibujos animados lo son), pero parecen demostrar movimientos inteligentes. Y estamos acostumbrados a las pequeñas narraciones de unos segundos que tienen un hilo conductor, unos protagonistas, principio y final – desde los tiempos de Barrio Sésamo, al menos. Tal vez sea todo más sencillo y simplemente asociamos «película» + «seres animados inteligentes» con «historia», protagonistas que tienen sentimientos y actúan según pautas que la mayoría conocemos. Fin del experimento.
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