El sueño de todo geek: un cargador de teléfono «con turbo» que hace que el icono de la batería recargándose pase de rojo a verde como si fuera la barra de progreso de un filtro de Photoshop: en 30 segundos el gadget está cargado al cien por cien. Tan rápido como llenar un vaso de agua del grifo.
¿Fake? ¡No! Es un prototipo de una empresa de nanotecnología llamada StoreDot que hace que el móvil no solo se recargue a toda leche, sino que además multiplica por cinco su capacidad, de modo que en vez de 6 horas aguante un día completo.
(¡Gracias, Francis!)
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