El lanzamiento con éxito anoche del satélite Sentinel-1A de la Agencia Espacial Europea marca el principio de la puesta en marcha de la iniciativa Copérnico de la ESA y de la Unión Europea.
Copérnico es una red de vigilancia medioambiental que mantendrá bajo observación la superficie de la Tierra, sus océanos, y su atmósfera, con el objetivo de poder contribuir a la toma de decisiones ambientales y de seguridad.
Estará formado por cinco familias de satélites o instrumentos Sentinel que irán a bordo de ciertos satélites, además de recibir y distribuir datos de otros satélites.
En el caso de los Sentinel-1 el objetivo es obtener imágenes de las superficies terrestre y oceánica de Europa, Canadá y las regiones polares casi en tiempo real, en cualquier momento del día o la noche y en todas las condiciones meteorológicas gracias al uso del radar, lo que permite observar a través de nubes y en la oscuridad.
Para los más frikis de la tecnología, es un radar de apertura sintética de banda C, lo que quiere decir que aunque la antena del satélite no se mueva este es capaz de dirigir el haz del radar hacia puntos que no estén necesariamente debajo de él.
Los satélites Sentinel-1 permitirán así detectar y vigilar vertidos de crudo y su evolución, estudiar las banquisas de hielo, detectar los desplazamientos de la superficie de la tierra, analizar los usos del terreno, e incluso contribuir a la navegación marítima con su capacidad de detectar embarcaciones.
Igual que el resto de las misiones Sentinel la misión Sentinel-1 estará formada por dos satélites, el Sentinel-1A y el Sentinel-1B, que está previsto que sea lanzado en 2015.
La idea de disponer de dos satélites en cada una de las misiones es optimizar la cobertura y la accesibilidad de los datos; la idea es que estos estén disponibles a los 30 minutos de ser adquiridos por cualquiera de los satélites Sentinel-1.
Con el satélite ya en órbita y con los paneles solares desplegados y produciendo electricidad viene ahora la fase de comprobación y calibración; las estimaciones son que Sentinel-1A sea declarado operativo a principios de julio de 2014.
Los satélites Sentinel-2, por su parte, proporcionarán imágenes de alta resolución en la banda del espectro visible; los Sentinel-3 proporcionarán datos de temperatura del mar, lagos, ríos y similares, temperatura de la superficie de la tierra, altura de las olas, velocidad del viento, etc; y Sentinel-4 y 5 medirán la composición de la atmósfera.
Si todo va según lo previsto los primeros satélites de las misiones Sentinel-2 y 3 serán lanzados también este año.
Y sí, la música del primer vídeo de esta anotación es, muy apropiadamente, Sentinel de Mike Oldfield, de Tubular Bells II.
Se pueden seguir las novedades del despliegue y puesta en marcha de Sentinel-1A en @ESA_EO.
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