La sincronización de Chrome, el popular navegador de Google, suele resultar muy práctica. Pero le encontré algunas limitaciones cuando se usa con varios ordenadores y dispositivos, entre ellas un conflicto típico difícil de resolver: cambios que hiciste que no quieres que se propaguen al resto de copias –que se borren– pero que Chrome se esmera sin fin en replicar, para bien o para mal, sin darte opción a elegir en caso de dudas.
La solución estaba en unos foros, como de costumbre. Consiste en ir al Panel de Control (Dashboard) de Google, entrar con tu cuenta Google con la que sincronizas y elegir Stop Sync and Delete Data para borrar todo lo que almacena Google. Nada más salir de ahí el navegador o dispositivo que quieres que «mande» hará una nueva sincronización y sus datos «mandarán» sobre los demás. Posteriormente al ir trabajando con otras copias de Chrome todas se adaptarán a los contenidos que creaste en esa nueva «primera» sincronización maestra, por llamarla de alguna forma. ¡Problema resuelto!
Bonus: en Configuración > Iniciar Sesión hay un apartado llamado Configuración Avanzada de Sincronización donde debería estar todo esto pero no está… A cambio ahí se puede elegir qué tipo de datos se sincronizan, cuáles no y con qué nivel de seguridad. Mejor revisarlo.
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