lunes, 12 de octubre de 2015

‘Roger Waters The Wall’, lágrimas y rock en un mismo documental

'Roger Waters The Wall', lágrimas y rock en un mismo documental

El documental de Roger Waters es emotivo y poderoso en partes iguales; es un viaje personal y tan íntimo del músico que no será posible contener las lágrimas.

Liam Neeson da la bienvenida al inicio de la proyección de 'Roger Waters The Wall'. Explica en forma concreta como el concierto de 'The Wall', literalmente, le cambió la vida y lo ha influenciado a lo largo de ella. Promete que lo vamos a disfrutar, sus palabras serán solo son una pequeña premonición de lo mucho que los fans encontrarán en este documental.

Aunque el álbum de 'The Wall' tiene poco más de 35 años, su mensaje, música y concepto siguen tan vigentes como si no hubiera pasado el tiempo. Y esto también se debe al trabajo de Roger Waters al renovar el show con impresionante tecnología y dar la vuelta al mundo, cambiando la vida de muchos. El concierto de 'The Wall' es un espectáculo que no tiene par y es esto lo que se nos proyecta en el documental, el concierto íntegro con tomas en diversas ciudades en las que se presentó. Es decir que no está centrado en la construcción del show o explicaciones técnicas, no, es tan personal e íntimo del músico inglés que sorprende.

Así pues, nos tiene una metahistoria con un viaje introspectivo del mismo Waters y lo que finalmente lo orilló a escribir 'The Wall': el luto por su padre muerto en la guerra. El viaje que realiza en auto por Francia e Italia es para visitar la tumba de su padre y también de su abuelo, quien a su vez también murió en la guerra dejando huérfano a su hijo pequeño de dos años. Una historia que se repitió, se repite y sigue sucediendo en millones de hogares en el mundo, aquí también parece que el tiempo no ha pasado.

Es el dolor el hilo conductor del documental y, claro, del mismo álbum. Ese dolor desgarrador de la atrocidad social, corporativa, religiosa y del monstruo de la guerra, insaciable, voraz, alimentado por los propios gobiernos y las instituciones de poder. Con esto hace una crítica sin tregua, una reflexión profunda entrelazada con la música poderosa de 'The Wall' y que se teje con el dolor palpable de Roger Waters; esto y más encontraremos en el documental que codirigió con Sean Evans.

La experiencia de disfrutar 'Roger Waters The Wall' vale mucho la pena, es íntimo y multitudinario al mismo tiempo. Nos dice de muchas formas cómo el dolor se puede transformar en infinitas posibilidades, puede ser en rabia y esta a su vez en música, como explica Waters en la cinta. Puede ser en una canción para su madre y también un solo de trompeta frente a un monumento a los caídos en la guerra. También nos recuerda que al dolor se le puede ver en la búsqueda de empatía en un muro que, literalmente, se extiende frente a él pero la encuentra en las miles de gargantas que cantan con él esa pérdida que aún lo lleva a las lágrimas a sus 72 años.

Como nos tiene acostumbrados Roger Waters, la calidad del material es indiscutible, impecable en todo: edición, sonido y la historia personal que lo tiene ahí, en la búsqueda de los lugares que marcaron su vida. La emoción que se vive en la proyección en el cine de este documental también es de mucho valor y no pasarán muchos minutos para que se alcen algunas manos como si se estuviera en el concierto, no faltarán los aplausos al final, algunos vítores al inicio. Y aún, si la vas a disfrutar en casa seguro saltarán las lágrimas, cantarás, y te estremecerás con este precioso y poderoso documental.

Bonus

Como es costumbre con Roger Waters siempre habrá un poco más, aún cuando solo el documental dura 132 minutos hay un bonus titulado 'The Simple Facts' al final de este. Se trata de una conversación entre Nick Mason y Roger Waters en la que contestan preguntas de sus fans. Son divertidos, amenos, profundos y hablan de muchos detalles de cuando pertenecían a Pink Floyd.

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