sábado, 11 de abril de 2015

Persistencia retiniana, el fenómeno sin el que podría ser imposible ver una película

Persistencia retiniana, el fenómeno sin el que podría ser imposible ver una película

Según Peter Mark Roget y Joseph Plateau, la persistencia retiniana sería el fenómeno gracias al cual una imagen permanece en nuestra retina durante un intervalo de tiempo. Una teoría que, con el paso del tiempo, ha terminado siendo cuestionada.

Aunque a estas alturas ya sea algo obvio, debemos recordar que el cine es en realidad fotografía en movimiento. Así, la sucesión de varias imágenes por segundo provoca que en nuestra mente percibamos ese proceso de un modo continuo, sin notar saltos entre los fotogramas. Pero, ¿qué es lo que provoca ese fenómeno?

A principios del siglo XX, cuando el cine aún se caracterizaba por tener colores monocromos y ausencia de sonido, los fotogramas utilizados para grabar y proyectar estas películas eran de 16 o 18 por segundo. Así, los filmes de Griffith o Eisenstein, a pesar de crear sensación de movimiento, ésta no era del todo idónea.

Viaje a la Luna, de Georges Méliès

Viaje a la Luna, de Georges Méliès

Las características de las grabaciones del momento son las que provocarán que actualmente veamos esos largometrajes “acelerados”. Es decir, un producto grabado a 18fps y reproducido en un sistema de 24fps adaptará su velocidad al nuevo formato.

Con la llegada del sonido, los fotogramas por segundo se aumentaron hasta 24. Esto posibilitaba, no solo incluir audio de calidad en la misma película, sino también una mejora en la fluidez del visionado.

Casi sin pretenderlo, se estaba empleando el fenómeno descubierto anteriormente por el físico inglés Peter Mark Roget y Joseph Plateau, el de la persistencia retiniana.

Comprendiendo la persistencia retiniana

Traumatropo, Créditos: paolazamoralba

Traumatropo, Créditos: paolazamoralba

Así, se cree que la persistencia retiniana es el fenómeno causante de apreciemos adecuadamente el movimiento en los diferentes productos audiovisuales. Según esta teoría, las imágenes que vemos permanecen en nuestra retina una décima de segundo antes de desaparecer por completo.

Por ello, aunque en principio veamos imágenes de forma independiente, tras presentarse de modo sucesivo, éstas nos otorgarán una sensación de continuidad. Por lo tanto, el cine aprovechará el efecto de la persistencia retiniana para crear una sensación ficticia de movimiento donde realmente se observan imágenes estáticas.

Esto se ha intentado demostrar de diversas maneras, utilizando muchos efectos ópticos que recrean los supuestos motivos que nos causan la impresión de apreciar una imagen de forma continua. Uno de ellos es el taumátropo, un disco con dos imágenes, una en cada cara, que al girarlo rápidamente nos hace ver una única instantánea.

Otro ejemplo es el del zoótropo, una especie de carrusel con orificios de entrada para la luz, que al girarse también daba la sensación de estar ante una escena en movimiento.

Disidencias con el fenómeno

No obstante, existen algunos expertos que niegan la consistencia de estas teorías, afirmando que la persistencia retiniana realmente se trata de un mito, al igual que también se tenía la falsa creencia de que la Tierra era plana o de que era el centro del Sistema Solar.

Según publica Miguel Ángel Martín Pascual en La persistencia retiniana y el fenómeno Phi como error en la explicación del movimiento (2008), “A través del ojo recibimos cambios, no imágenes como en una cámara de fotos”. Por lo tanto, no se puede intentar explicar lo que ocurre con nuestro ojo tomando como base el funcionamiento de un cinematógrafo.

fotogramas por segundo

Los críticos de la persistencia retiniana, argumentan que la facilidad con la que la teoría puede ser comprendida ha provocado que ésta sea la utilizada para explicar el fenómeno. Según ellos, en experimentos como el zoótropo lo que persiste no es la sensación de movimiento, sino imágenes borrosas superpuestas.

Se trataría entonces de un concepto que, todavía en la actualidad, continúa siendo explicado de una forma errónea por múltiples fuentes correspondientes a las Ciencias de la Comunicación. Un error que es perpetuado por profesores, libros, y muchos manuales especializados de fotografía.

“No sabemos aún cómo percibimos todo lo que se mueve"

Pero entonces, ¿qué causa la sensación de movimiento? La respuesta todavía es algo compleja y confusa. Miguel Ángel Martín afirma que, “no sabemos aún cómo percibimos todo lo que se mueve, pues está íntimamente ligado a las imágenes mentales y el proceso de pensamiento. Apenas entrevemos estos procesos. Sabemos dónde pasa y que es complejísimo y costará revisar dolorosamente mucho de lo que sabemos”

Resulta, como mínimo, asombroso que incluso en un contexto tan avanzado como en el que nos encontramos, no solo nos sea difícil encontrar respuesta sobre aspectos que nos resultan ajenos, sino también con respecto al funcionamiento de nuestro propio cuerpo.








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