domingo, 8 de julio de 2012

Gusanos microscópicos viven más tiempo tras volver del espacio

Hace algunos días dedicamos unos minutos a hablar de la empresa Mars One y sus planes para colonizar Marte enviando astronautas en un viaje solamente de ida al planeta rojo, una idea bastante sorprendente que se adelantaría a los planes de la NASA que daban fecha para el año 2031 (sin contar con la actual situación de crisis económica). Si bien potencias emergentes en el ámbito de la exploración espacial, como China, podrían recoger el testigo de la NASA con los años; las misiones tripuladas son algo que requiere un gran presupuesto y pueden ocasionar efectos adversos en los miembros de las tripulaciones (atrofia muscular, pérdida de masa ósea, etc). Desde hace tiempo, algunos grupos de investigación trabajan con “otro tipo de colonos” no humanos que podrían preparar el terreno a una eventual misión con astronautas: las bacterias. Siguiendo esta senda, un equipo de investigación entre los que se encontraban miembros de la Universidad de Nottingham han estado trabajando con unos gusanos microscópicos que viven más tiempo al estar en el espacio, un hallazgo que abre la puerta a la lucha contra el envejecimiento.

La investigación estaba enmarcada dentro de un estudio relativo a la pérdida de masa muscular y ósea que sufren los astronautas, sobre todo en misiones de larga duración y en ella participaron miembros de centros de investigación de Japón, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Dentro de las investigaciones que realizaron, el equipo determinó que los efectos de los vuelos espaciales se traducían en la acumulación de proteínas tóxicas en los músculos, es decir, el envejecimiento de éstos. Sin embargo, también detectaron que en las condiciones de ingravidez, la actividad de un grupo determinado de genes también bajaba y al “aletargar” esta actividad en unos gusanos, éstos vivieron durante más tiempo.

Por raro que pueda parecer, el ser humano tiene bastantes cosas en común con un gusano microscópico llamado Caenorhabditis elegans y, claro está, descubrir que éstos pueden vivir más tiempo en el espacio mediante la supresión de la actividad de un gen es un hallazgo bastante interesante puesto que, de vuelta a la Tierra, suprimieron la actividad de estos genes y lograron aumentar la vida de estos gusanos.

Si bien el efecto de los genes en el envejecimiento es algo en lo que se está trabajando desde hace bastante tiempo y aún no hay resultados concluyentes, el hallazgo realizado por el equipo perteneciente a la Universidad de Nottingham es más que interesante para pensar en posibles tratamientos anti-envejecimiento o que el espacio sea una especie de balneario para aumentar nuestra vida (como ocurría con el personaje de Contact, el millonario S.R. Hadden). De todas formas, aún queda mucho camino que recorrer en este sentido puesto que, dentro del grupo de genes manipulado, además de influir en el tiempo de vida de los gusanos también se influía en el control metabólico de éstos (la generación de insulina).





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