viernes, 13 de julio de 2012

Científicos insertan gen de hace 500 millones de años en una bacteria actual

Los que recuerden la película Jurassic Park, de Steven Spielberg, quizás tengan en la memoria una escena en la que los protagonistas de la película acuden a una proyección en la que se les explica que los dinosaurios del parque provienen de ADN encontrado en insectos prehistóricos combinados con el ADN de una rana. Si bien estamos aún lejos de Jurassic Park, un equipo de investigadores del centro de la NASA en el Instituto Tecnológico de Georgia ha anunciado un hito bastante importante: han combinado genes de una bacteria de hace 500 millones de años con un organismo vivo de nuestros días.

Credit:Ê Rocky Mountain Laboratories, NIAID, NIH Scanning electron micrograph of Escherichia coli, grown in culture and adhered to a coverslip

El equipo de investigación del Georgia Tech ha sido capaz de reactivar un gen de una bacteria de hace más de 500 millones de años y lo ha insertado en la evolución de dicha bacteria que está presente en nuestros días, la bacteria Escherichia coli (E. coli):

Este es un hito que nos permite ir hacia atrás y hacia delante en la “cinta” de la vida molecular. […] La posibilidad de observar un gen antiguo en un organismo moderno y su efecto en “células modernas” nos permite ver la trayectoria de la evolución y observar cómo la vida se adapta siguiendo diferentes caminos

En el año 2008, una investigación previa de este centro tecnológico pudo determinar la antigua secuencia genética de una de las proteínas más abundantes de la E. Coli y que, además, está presente en todos los organismos celulares conocidos y es esencial para que la bacteria sobreviva. Teniendo en cuenta que es una proteína clave, el equipo de investigación pensó que era una candidata ideal para realizar observaciones y aplicar modificaciones.

Lógicamente, realizar este cambio en las proteínas no fue sencillo puesto que tuvieron que insertar el gen antiguo en el cromosoma adecuado para sustituir la versión actual presente en la bacteria E. coli y, una vez conseguido, la bacteria resultante se mantuvo con vida.

El organismo resultante no era tan sano como la bacteria actual, al menos inicialmente y, por tanto, estamos ante un escenario perfecto que nos permitirá observar la adaptación de esta nueva bacteria y las distintas mutaciones que surjan conforme pasen los días

Las “proteínas modernas” que tienen que interactuar con las modificadas están comenzando a presentar mutaciones que hacen que la bacteria sobreviva y, por tanto, se adapte al medio en el que está presente; un hecho bastante significativo que permitirá a los investigadores conocer mucho mejor la evolución de la biología molecular con un demostrador “vivo”.





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