Al respecto:
El título se refiere también, por desgracia, a la actitud de una cantidad de compas chavistas que no soportaron unas palabras mías en televisión (Clic por aquí: http://www.youtube.com/watch?v=vs3wHXrTGWc) en referencia al proceso de destrucción de Caracas como construcción capitalista.
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Yo dije que Caracas se está cayendo a pedazos (y lo hice por respeto: lo que tenía en mente era decir que se está volviendo mierda).Dije que es natural que eso ocurra porque es una ciudad capitalista y como tal es indefendible.
Dije que entonces la diferencia entre los pobres en rebelión y los ricos en desesperación es que ellos huyen y nosotros nos quedamos aquí guerreando, a ver qué hacemos con esto.
Dije que me parece de pinga que el capitalismo haya construido una ciudad-campo de concentración para su provecho y disfrute, y ahora los hijos del capitalismo no quieren vivir en el monstruo que crearon sus padres y demás antepasados.
Pero el simplismo, la paranoia, el profundo miedo a ver el país, la humanidad y la Revolución más allá del simple esquema escuálidos versus chavistas; la tremenda estupidez de algunos y el carácter de funcionarios enamorados de sus respectivas labores en alcaldías e instancias gubernamentales, llevaron a una gente a acusarme de haberles echado mierda a las gestiones de Jorge Rodríguez, Jacquelín Farías y el mismísimo Hugo Chávez. Y claro, ustedes saben que quien incurra en esa herejía debe ser execrado por escuálido y contrarrrrevolucionario. En concreto, me han echado en cara esta sentencia: Si tan fea te parece Caracas ¿por qué no te vas con los sifrinos esos?
Juicio sumario al Duque: hay que lincharlo porque el bicho se atrevió a decir que Caracas está jodida, y eso que uno lo ve tomando aguardiente o chocolate en los alrededores de la Plaza Bolívar. Qué bolas.
Creo saber cuál fue el proceso mental que llevó a la mayoría de ellos a la indignación y a la histeria. A ver: los carajitos del video ese Caracas ciudad de despedidas dijeron que Caracas es un asco; entonces yo, para no ser como ellos, tengo que decir que está de pinga. Si ellos dicen que la mierda sabe a mierda yo DEBO decir que sabe a gloria; si ellos dicen que en Caracas está todo mal yo DEBO decir que está todo bien. Bonita lógica que ha lesionado a muchos en un flanco esencial del ser rebelde: ya mi capacidad de crear y aportar al debate no está sujeta a la libre observación sino a lo que el enemigo opine primero, y a los que mis jefes me permitan o no me permitan opinar.
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Misión Imposible: explicarle a alguna gente que un proceso de devastación y de humillación de seres humanos que va para 500 años no lo resuelve una gestión gubernamental, ni diez ni veinte. Ni Jorge Rodríguez ni nadie puede corregir un desperfecto secular de esta y todas las capitales latinoamericanas. Lo único que puede hacer un Gobierno municipal es lo que está haciendo el actual: fomentar procesos de conciencia y resistencia al capitalismo, y mitigar un poco los procesos de deterioro de la ciudad. Pero la ciudad (esta y todas las que fueron creadas por el capitalismo) está en decadencia. Es un cadáver que puede ser maquillado pero no resucitado ni convertido en poblado socialista.***
Vuelta al segundo párrafo. Lo mínimo que uno espera cuando echa a rodar una idea o propuesta es que muchos salgan a rebatirla; nada más triste y sospechoso que una opinión que cuenta con el aplauso unánime de todo el mudno. Así que lo lamentable no ha sido que haya deacuerdos ni que algunos me hayan mandado a lavarme el hueco del culo (ni que fuera la primera vez), sino la actitud de algunos en este sentido: Caracas está muy bien y tú eres testigo de ello porque te la pasas en el centro de Caracas. Lo cual es, en esencia, la misma actitud de la carajita del video: ella quiere que en Caracas no haya más gente sino ella, sus amigos y familiares, y el camarada rabioso quiere hacerme creer que Caracas es sólo el casco histórico y la gente que trabaja o transita en sus alrededores. Hace dos semanas una muchacha llevó a su hija al Periférico de Catia mordida por ratas mientras dormía, en su rancho de Gramovén. Pues bien, esa muchacha está en la obligación de tenerle afecto a la ciudad porque Joaquín Cortés bailó gratis en la plaza Diego Ibarra.En estos días de lluvia vuelve el terror a una Macayapa devastada donde todavía "vive" gente. Pero decir esto, sin acotar que Jorge y Jacquelín han embellecido la ciudad, es un acto de traición. Para algunos, Caracas es el montón de oasis poblados de cafés y bares parecidos a los de Los Palos Grandes. En aquellos se reúnen los sifrinos de derecha; en éstos se reúnen los sifrinos de izquierda. Y sí, yo me seguiré echando palos en unos y otros y donde me dé la gana de hacerlo.
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La actitud se llama, en el menos grave de los casos, individualismo: Caracas está bien si SSHHHOOO la disfruto, y está mal si SSHHHOOO la padezco. Por lo tanto, hacer análisis sobre la gente que está padeciendo más allá de mi disfrute, y disfrutando más allá de mi desgracia, es castigado. Es, repito, la misma actitud: si la estás pasando bien, quédate TÚ; si la estás pasando mal, lárgate TÚ. Ya por ahí me mandaron a la mierda: si no opinas que esto está bello, puedes irte. Una imposibilidad trágica de entender que el país es algo más que uno y el entorno de panas con que uno se toma las birras. Como si el confort o la pelazón de bolas de uno solo (del Duque, en este caso) definiera qué es bueno o qué es malo para una Caracas jodida estructural y espiritualmente.***
Como siempre, esto no pasará de ser una escaramuza virtual más entre tuiteros y opinadores. La Caracas en destrucción, por suerte, está bullendo en los barrios, donde el arte es un grito de protesta y de rabia. Mientras las alcaldías construyen y maquillan el pueblo grita sus expresiones de resistencia y rebelión. En eso anda la multitud. Usted puede seguir tomándose los vinos donde Rocío y comiendo pizza donde Evio. Disfrútelo, pero téngalo claro: ESO no es el socialismo. Es un oasis para el relax dentro de una ciudad capitalista. Lo demás es caerse a mojones.
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