miércoles, 21 de marzo de 2012

Primer vuelo de intercambio de archivos en drones, el sueño de The Pirate Bay es una realidad

Lo que vemos en el vídeo de apertura es la constatación de lo anunciado por The Pirate Bay hace unos días. El futuro de las P2P y el intercambio de archivos podría encontrarse en el espacio de manera literal, con mini servidores en drones que hacen de nodos, cambiando, mudándose de espacio y lugar ante la censura existente. El vídeo es una realidad creada por el proyecto Electronic Countermeasures, el primer “vuelo” de intercambio de archivos en drones.

Y es que aunque muchos pensaran que se trataba de una broma o un futuro muy lejano, la posibilidad de utilizar parte del sistema de alojamiento a través de drones con GPS controlados es real. Un drone-nodo que consigue 100 Mbps a distancias de hasta 50 Km y que muta los lugares de alojamiento, con la única posibilidad de “derribo” tumbando a las máquinas en el espacio.

El vídeo muestra hasta cinco “enjambres” en funcionamiento. Una idea que partió hace un tiempo de Liam Young como método para evitar la censura actual en torno al intercambio de archivos. Así surgió el proyecto Electronic Countermeasures, algo así como un Napster aéreo o un The Pirate Bay en el aire. Young lo contaba hace unas horas para TorrentFreak:

Partimos de la idea de una infraestructura de elementos nómadas con enjambres robóticos, de esta forma reconstruimos y programamos aviones no tripulados para la transmisión local de su propia red wifi, como si fuera un Nápster aéreo.

Estos enjambres van en formación, con la difusión de su propia red pirata. Luego se dispersan y son capaces de escapar a la detección y vuelven a reagruparse en otros lugares.

Lo que Young explica es un sistema que permite a los usuarios de la red compartir los datos con la ayuda de drones que vuelan de forma autónoma sobre una ciudad. Según Young:

Los usuarios puede subir archivos, fotos y compartir datos con otros mientras los aviones flotan por encima de los espacios públicos significativos de una ciudad. El enjambre se convierte en una cadena de televisión pirata, una infraestructura móvil donde los transeúntes puedan interactuar con ellos. La red se transmite utilizando diferentes configuraciones de hardware que van desde módulos Linux hasta rotures inalámbricos o memorias USB para el almacenamiento de archivos.

Quizá lo peor sea el precio y coste de la infraestructura si la comparamos con los tradicionales centros de intercambio de archivos. Una inversión costosa si tenemos en cuenta que solo cada drone cuesta alrededor de 1.500 euros para su construcción. Por esta razón ahora se busca financiación, patrocinadores y apoyo financiero al proyecto con la esperanza de que la idea crezca y se amplíe la cobertura.

No sólo eso, de tener éxito, este tipo de proyectos podría implementarse como soporte P2P en la comunicación de manifestantes o activista en enclaves donde impera la censura y el acceso a la red. Un futuro que deja de serlo viendo estas imágenes. El sueño de The Pirate Bay podría estar más cerca de lo que creíamos.





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